El efecto látigo es un fenómeno que se produce en la cadena de suministro a partir de pequeñas fluctuaciones en la demanda minorista que van creciendo progresivamente a medida que el pedido asciende en la cadena. La ineficiencia en la comunicación sobre las necesidades del mercado es la principal causa del efecto látigo. Para mitigar este efecto, la colaboración entre los actores puede brindar una respuesta concreta que ayude a mejorar la gestión de inventario.
El efecto látigo ocurre cuando los cambios en la demanda a nivel minorista conducen a mayores fluctuaciones de inventario a nivel mayorista, fabricante, distribuidor y proveedor. Estas fluctuaciones comienzan en pequeñas escalas hasta provocar una sobredimensión de la demanda. Las posibles causas son:
¿Cuáles son las consecuencias del efecto látigo?
En la cadena de suministro, cada actor tiene una percepción diferente de la demanda real, lo que puede generar desajustes y desequilibrios. Los problemas más frecuentes son:
¿Cómo reducir el efecto látigo?
La agilidad es clave en todo el proceso, no solo para reducir el tiempo que transcurre desde que se emite una orden de compra hasta que se recibe el pedido, sino también para mejorar la comunicación entre los actores y el intercambio de información. Es importante no perder de vista las razones de una demanda fluctuante. Algunas estrategias para reducir el efecto látigo:
Comprender las causas del efecto látigo
El nombre se debe a la similitud con las ondas que se forman en un látigo, a mayor escala se magnifica la distorsión de la demanda. Por ejemplo, si un minorista experimenta un aumento del 5% en los pedidos, puede decidir incrementar sus adquisiciones en un 10% para cumplir con la demanda y no afectar su stock de seguridad. A medida que este pedido se mueve en el ascenso de la cadena de suministro, la demanda crece en cada eslabón y el fabricante puede incrementar su producción en un 25% para satisfacer la demanda.
Construir confianza entre los actores
La construcción de relaciones sólidas y de confianza con los clientes y proveedores es clave para reducir el efecto látigo. La confianza se construye con el tiempo, lo que puede ser un gran desafío, especialmente si los equipos de ventas quieren mantener una ventaja competitiva en las negociaciones. Un punto de inflexión en el éxito de la construcción de confianza es la colaboración.
Mejorar la comunicación con los socios
El intercambio de datos sobre la gestión de inventario es otra estrategia prometedora para reducir el efecto látigo. Con este enfoque, el minorista comparte con el proveedor todos los datos relevantes sobre sus productos a través de un flujo de datos constante. El proveedor puede consultar el estado del inventario y el índice de ventas. Para el caso, el Big Data y los algoritmos son las herramientas que consolidan datos a través de la cadena de suministro.
Mejorar la planificación y previsión de la demanda
Es esencial dedicar tiempo a comprender los procesos comerciales para prevenir el efecto látigo y evaluar de forma constante la configuración del stock de seguridad y el stock óptimo para evitar quiebres de abastecimiento y responder a la demanda. La mejora en los tiempos de entrega también favorece la reducción del efecto látigo y evita la acumulación de inventario. Contratar proveedores de logística 3PL propone mayor flexibilidad para mitigar este efecto.
El efecto látigo es un fenómeno que puede propagarse rápidamente por toda la cadena de suministro y generar consecuencias negativas en cada uno de sus eslabones. Visibilidad y colaboración son las piezas necesarias para mitigar sus efectos adversos. En Eternity te acompañamos desde la logística para hacer crecer tu empresa y conectar con el mundo.