El impacto ambiental es uno de los retos más importantes del siglo. Tanto empresas como consumidores tienen que poner todo el esfuerzo en reducir su huella de carbono. En el caso de la logística internacional responsable, el comercio exterior sustentable es un pilar fundamental para las empresas que buscan mantenerse competitivas y contribuir con acciones concretas para reducir ese impacto. Repasemos qué acciones conducen a una logística sustentable en procesos de importación y exportación.

Apostar por la eficiencia y la responsabilidad ambiental
Las organizaciones no pueden dar por sentado los factores habilitantes ante el comercio internacional sin enfocarse en la reducción de las emisiones. Los efectos de malas prácticas ambientales terminan afectando a individuos, empresas, comunidades y el planeta entero. En el caso de la producción global y a gran escala, las empresas actuales tienen el deber/poder de mitigar el impacto ambiental en formas mucho más efectivas de las que pueden asumir los individuos.
En este sentido, la magnitud de la actividad logística global tiene gran injerencia en el daño ambiental ocasionado, lo que no se limita a las emisiones de buques y camiones. La escasez de agua, los desechos tóxicos, la contaminación acústica también derivan en gran parte de decisiones logísticas mal encaminadas. A las emisiones del transporte se suma el uso intensivo de energía en puertos, centros de distribución y almacenamiento.
Las principales fuentes de huella logística en importaciones y exportaciones son:
- El combustible fósil empleado en barcos, aviones y camiones
- El uso intensivo de energía en almacenes y depósitos
- El empaquetado desechable o no reciclable
- Las rutas ineficientes que prolongan tiempos y aumentan consumos
- Los desperdicios en la cadena de suministro
- La contaminación del agua y ecosistemas marinos
En un mundo cada vez más exigente y preocupado por mejorar la gestión ambiental, el mapa de ruta que articula la logística sustentable se podría traducir como: menos emisiones y equilibrio entre eficiencia y responsabilidad ambiental. Así, la sustentabilidad actúa como la fuerza motora en la gestión más inteligente de la carga. En la cadena logística la sustentabilidad tiene los siguientes efectos:
- Propone un transporte ecológico.
- Mejora la eficiencia logística.
- Proporciona estabilidad dentro de la producción.
- Garantiza el éxito a largo plazo.
- Colabora con los estándares internacionales.
- Reduce los costos operativos y logísticos.
- Mejora la imagen de marca.
- Abre oportunidades de asociación.
- Responde con prácticas éticas ante la preocupación de los clientes.
Comercio exterior sustentable y transformación de la logística
El comercio exterior sustentable implica un doble compromiso: cuidar la eficiencia logística y lograr una reducción de las emisiones. Importar y exportar no solo trata sobre el traslado óptimo de mercancía entre países, sino de hacerlo de forma responsable, considerando cómo afecta cada decisión logística a nivel socioambiental. En el ámbito internacional, enfrentar el impacto ambiental exige transformar la producción, el consumo y el transporte hacia un modelo de logística verde.
Claves para un comercio exterior más verde:
Transporte más ecológico
Cada medio de transporte tiene un nivel de impacto distinto. El transporte marítimo es menos contaminante por tonelada que el aéreo, aunque más lento; el ferrocarril suele ser más eficiente que el camión en largas distancias; y el transporte multimodal permite equilibrar rapidez y sostenibilidad en comercio exterior. En este sentido, es esencial analizar la conveniencia ambiental para reducir la huella logística que, sin embargo, dependerá del tipo de mercancía, la urgencia y la distancia.
Tecnología y gestión de datos
En la resiliencia moderna, la digitalización logística es una herramienta esencial para dar visibilidad a la carga, mejorar la capacidad de respuesta ante lo inesperado y beneficiarse del análisis de los datos. La información es valiosa en entornos logísticos, donde la trazabilidad en tiempo real, la planificación de rutas y la automatización de procesos pueden hacer que el comercio exterior sustentable sea una realidad palpable para las empresas dispuestas al cambio.
Regulaciones ambientales emergentes
Se trata de una tendencia cada vez más rigurosa en algunos países y bloques comerciales que exigen reportes ambientales a sus operadores. Ejemplos que podemos mencionar: pago de derechos de carbono para el transporte marítimo, requisitos de empaques reciclables y políticas de descarbonización. El enfoque sostenible ayuda a anticiparse a regulaciones ambientales más estrictas, como las exigidas por la Unión Europea o tratados internacionales.
Certificaciones e indicadores
Hoy existen certificaciones y estándares que permiten medir y demostrar el esfuerzo en sostenibilidad logística, como el Protocolo GHG y la ISO 14064, avaladas por organismos internacionales. Son herramientas de cálculo de la huella de carbono con distintos enfoques según las necesidades específicas de cada empresa, proyecto personal o evento corporativo. Los certificados de carbono neutral demuestran el compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental.
Acciones concretas para reducir la huella logística
La mirada sobre el comercio exterior sustentable adquiere mayor peso porque el transporte internacional de mercancías es una de las principales fuentes de emisiones contaminantes. Las acciones concretas para alcanzar la logística sustentable abarcan tres áreas importantes: medir la huella de carbono, reducir al máximo las emisiones y compensar aquellas que no se pueden eliminar. ¿Cómo reducir tu huella logística con acciones reales?
- Apostar por rutas más cortas y directas: la optimización de rutas y la digitalización logística colaboran con la reducción del consumo de combustible, evitan trayectos ineficientes y minimizan el tiempo de tránsito.
- Adoptar la eficiencia energética en el transporte: vehículos híbridos o eléctricos, combustibles alternativos de baja emisión, mantenimiento preventivo de flotas y monitoreo en tiempo real contribuyen con la logística verde.
- Incorporar energías renovables en almacenes y oficinas: la instalación de paneles solares y tecnologías de eficiencia energética reduce significativamente el gasto energético y la dependencia de combustibles fósiles.
- Usar embalaje sostenible: la gestión ambiental del embalaje busca reducir los materiales convencionales, por ejemplo, el plástico de un solo uso, y optar por formas biodegradables, reciclables y reutilizables.
- Optimizar la carga de contenedores: la idea es maximizar el espacio disponible en contenedores y camiones mediante sistemas de inventario y planificación de carga para reducir viajes innecesarios, consumo de combustible y costos operativos.
- Gestionar los residuos industriales: la logística inversa, la reducción de embalajes y el reciclaje de materiales de transporte son algunas prácticas sustentables orientadas al manejo de los desechos generados por diversas industrias.
- Medir y reportar la huella de carbono de cada operación: conocer cuáles son las emisiones que generan las propias actividades económicas permite tomar medidas concretas para abordar la huella logística.
- Aplicar certificados medioambientales: las empresas pueden demostrar su compromiso con la responsabilidad ambiental y compensar las emisiones CO2 derivadas de las operaciones logísticas mediante programas de restauración de ecosistemas si fuera necesario.
Por último, otro elemento interesante es que la transición verde contribuye con la acción logística en tiempos inciertos y vulnerables. En Eternity apostamos por el comercio exterior sustentable que demuestra que es posible unir crecimiento económico, eficiencia y responsabilidad ambiental. Contacta con nosotros y conoce más sobre nuestra propuesta para ayudarte en la transición hacia un modelo de logística verde para tus negocios internacionales.