El reconocimiento de la huella de carbono ofrece un camino para mejorar los procesos comerciales y lograr una cadena de suministro sustentable. La información sobre emisiones es una herramienta valiosa para la gestión interna, con el fin de identificar ineficiencias en los procesos productivos y permitir ajustes que mejoren la eficiencia operativa y logística.

La conciencia sobre el impacto ambiental en la producción y comercialización de productos lleva a una evaluación más integral de las empresas. Ahora, no solo se las evalúa por su oferta de productos y servicios de calidad, sino también por su capacidad para introducir la sustentabilidad y el cambio climático en sus agendas.

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Cálculo de la huella de carbono y certificaciones verdes

En términos de tendencias, la creciente demanda de información medioambiental se ve respaldada por la presencia de instituciones que solicitan y difunden datos a inversionistas y consumidores. Se evalúa y clasifica a empresas a nivel mundial, promoviendo la transparencia ambiental y la mejora continua.

La gestión del carbono tiene un impacto en la cultura empresarial, es decir, genera conciencia sobre la importancia de trabajar en conjunto. Sin embargo, las empresas enfrentan diversos desafíos al determinar su huella de carbono, y el primero radica en la elección de la metodología. Si bien identificar y actuar sobre las emisiones de GEI es esencial, lo cierto es que las emisiones indirectas que provienen de proveedores y del proceso de distribución y consumo de productos representan el mayor desafío para las compañías.

La huella de carbono, medida en masa de CO2 equivalente, evalúa todas las emisiones directas e indirectas generadas por individuos, organizaciones o productos. Su importancia reside en comprender cómo los gases de efecto invernadero (GEI) afectan al calentamiento global. Cuando se trata de calcular la huella de carbono de una empresa, es fundamental considerar el alcance de las emisiones. Este aspecto determinará qué actividades de la empresa se incluirán en el cálculo, dependiendo de los objetivos planteados. Estos alcances se dividen en tres categorías: 

  • Alcance 1: que abarca emisiones directas de la empresa;
  • Alcance 2: que incluye emisiones indirectas relacionadas con la electricidad adquirida;
  • Alcance 3: que contempla emisiones indirectas a lo largo de la cadena de valor, como las generadas por proveedores, otros servicios externos y movilidad de empleados.

A principios de los 2000, surgieron las primeras iniciativas para medir las emisiones de GEI, centradas en inventarios corporativos. En 2008, se introdujo la primera metodología orientada a productos, y desde entonces se han desarrollado otros métodos específicos. Entre las metodologías más utilizadas internacionalmente se encuentran el GHG Protocol, la PAS 2050/2060 y la ISO 14064. El GHG Protocol está enfocado en aspectos corporativos. La PAS 2050 está orientada a productos, y se destaca por ofrecer un software libre al público. Las normas ISO recogen elementos de otras metodologías y proveen herramientas de cuantificación y recomendaciones para la neutralidad en carbono.

Con miras hacia un futuro más verde, Eternity Group se propone generar un impacto positivo en las empresas con las que colabora. Con ese propósito, comunicamos nuestro compromiso con la neutralidad de carbono y colaboramos con Nativas para compensar las emisiones de CO2 derivadas de las operaciones realizadas a través de Elis. Cada cliente que elija la opción verde para reducir su huella de carbono recibirá el Certificado de Carbono Neutral. Estas certificaciones verdes garantizan que la inversión se destine a proyectos de restauración de ecosistemas.

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¿Por qué es importante medir la huella de carbono?

La medición de la huella de carbono en una empresa permite cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero liberadas a la atmósfera en referencia a su actividad. Esta medición ambiental no solo proporciona datos numéricos, sino que también ofrece una visión integral de la gestión de riesgos y oportunidades asociadas con estas emisiones.

Al adoptar un enfoque proactivo hacia la medición y el reporte de la huella de carbono, las empresas pueden beneficiarse de diversas maneras: 

  • Identificar las fuentes específicas de emisión de GEI: permite comprender dónde se generan las mayores cantidades de gases de efecto invernadero y tomar acciones concretas para abordar la descarbonización.
  • Establecer objetivos de reducción: al conocer las áreas con mayor impacto, las empresas pueden fijar metas específicas y medibles para reducir sus emisiones, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático.
  • Diseñar propuestas medioambientales más efectivas: con vistas a trazar una gestión ambiental más eficiente, las empresas pueden implementar medidas que aborden directamente las áreas identificadas como principales fuentes de emisión.
  • Impulsar la innovación y la sustentabilidad: es más factible identificar oportunidades para mejorar procesos, adoptar tecnologías más limpias y desarrollar productos sustentables. A su vez, este cambio puede proporcionar ventajas competitivas en un mercado cada vez más consciente del impacto ambiental.
  • Contribuir a la lucha contra el cambio climático: al tomar medidas concretas para reducir la huella de carbono, las empresas asumen roles activos en la preservación del medio ambiente y en la construcción de un futuro más verde.
  • Garantizar transparencia y responsabilidad empresarial: con el creciente papel que desempeña la logística global para cumplir con las demandas actuales, se espera que la transparencia ambiental y la responsabilidad corporativa sean requisitos cada vez más valorados.

Estrategias para impulsar la eficiencia ambiental

Los clientes y consumidores están cada vez más preocupados por evaluar el impacto ambiental de las empresas, lo que hace que el reciclaje y la reutilización de productos sean tendencias en los próximos años.

Para lograr que un comercio sea más sustentable, es fundamental implementar estrategias específicas que aborden tanto la eficiencia ambiental como las oportunidades en diseño y marketing. Algunas estrategias sostenibles para el desarrollo bajo en carbono:

  • Reducción de materiales: optar por materiales de embalaje ligeros y reciclables para reducir el peso de los envíos y, por ende, el consumo de combustible en el transporte.
  • Eficiencia energética: adoptar tecnologías y prácticas que reduzcan el consumo de energía asociada al transporte y el almacenamiento de mercancías.
  • Manejo de sustancias peligrosas: limitar la presencia de sustancias dañinas en productos y procesos.
  • Reciclaje y gestión de residuos: participar en programas de reciclaje para cerrar el ciclo de vida de los productos y reducir los desechos enviados a vertederos.
  • Consumo responsable: optar por materias primas sostenibles, productos reciclados y envases biodegradables.
  • Uso eficiente del agua: implementar prácticas de concienciación sobre el uso responsable del agua.
  • Durabilidad de productos: incentivar la longevidad de los productos para disminuir residuos y desterrar la obsolescencia programada.
  • Ampliación de servicios: explorar cómo ofrecer servicios adicionales o logística inversa sobre las compras.
  • Alianzas y colaboraciones: trabajar en conjunto con socios comerciales, gobiernos y comunidades locales para desarrollar e implementar estrategias ambientales eficaces.

En resumen, explorar más a fondo la gestión de la huella de carbono proporciona oportunidades para abordar otros aspectos ambientales y anticiparse a los estándares de sustentabilidad. En eternity, ofrecemos una solución para calcular la huella de carbono de tus negocios con Elis Carbon Neutral y emprender acciones concretas para mitigar el impacto ambiental.

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