Cuando hablamos de alcanzar la neutralidad de carbono debemos conocer que la cadena de suministro es una de las principales causas de las emisiones contaminantes. La descarbonización es una estrategia necesaria para hacer frente a las presiones regulatorias, las demandas de la sociedad y la urgencia del cambio climático. Por tanto, una cadena de suministro sostenible representa un cambio en el rumbo de los negocios de las empresas que quieran liderar el compromiso estratégico y la acción coordinada.

¿Qué significa tener una cadena de suministro de carbono neutral?
En el entorno empresarial, la meta ecológica cobra cada vez mayor importancia y una cadena de suministro sostenible suma no solo responsabilidad ética sino también una ventaja competitiva. Alcanzar una cadena de suministro de carbono neutral significa eliminar o compensar las emisiones de gases de efecto invernadero que provienen de los diferentes procesos desde la obtención de insumos hasta que el producto llega al cliente final. Incluso, el objetivo puede extenderse más allá para preservar el valor y la utilidad de los materiales y productos sustentables.
En este sentido, el desafío más importante para reducir el impacto ambiental se refiere a las emisiones de Alcance 3, es decir, las emisiones que se producen en fuentes que están fuera del control de la organización y de las propias instalaciones. Estas derivan de procesos logísticos, como la fabricación y el traslado de insumos, la contratación de servicios de terceros, los viajes del personal y el manejo de desechos.
Según un informe de McKinsey & Company, más del 90% del daño causado al medio ambiente proviene de las cadenas de suministro, cuyos costos representan el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero. En otras palabras, este impacto no se refiere solamente a las emisiones, también deja su rastro más concreto y visible en la escasez de agua, los desechos tóxicos, la deforestación, la calidad del aire y el consumo de energía, entre otros. Las empresas deben asumir un rol ético sobre el alcance de las emisiones de carbono y realizar su aporte según qué eslabón ocupen dentro de las industrias y fuentes de emisiones.
En particular, la huella de carbono logística proviene del uso de combustibles fósiles en el transporte, del consumo energético en los centros de almacenamiento y distribución y de los procesos de producción y embalaje poco eficientes. De ahí la importancia de priorizar la neutralidad de carbono y evaluar las tendencias en logística verde y sus beneficios competitivos.
Acciones para alcanzar la neutralidad de carbono
La sostenibilidad en la cadena de suministro es un imperativo que transforma los modelos logísticos y las operaciones comerciales. Hoy es necesario alinearse con los objetivos de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible y entender cómo impactan en la actividad industrial y las cadenas de valor. Mediante algunas acciones concretas tal vez sea posible alcanzar un método organizativo para un futuro sostenible que combine eficiencia operativa, innovación tecnológica y compromiso ambiental.
- Reducción de emisiones logísticas: la sostenibilidad en la cadena de suministro es un objetivo ambicioso que implica auditorías de carbono para evaluar las fuentes de emisiones, rediseño de procesos y colaboración con proveedores.
- Transición hacia energías renovables en logística: comprende algunas acciones efectivas, como la reducción de la dependencia de combustibles fósiles, la migración hacia vehículos ecológicos, la instalación de paneles solares, entre otros.
- Economía circular y reducción de desperdicios: este enfoque de logística verde promueve la reutilización, reparación y reciclaje de materiales a lo largo de todo el ciclo logístico y contribuye a disminuir las emisiones asociadas con los desperdicios y el consumo de nuevos recursos innecesarios.
- Optimización logística y digitalización: estas acciones maximizan el uso de tecnología para planificar rutas y viajes, consolidar cargas, favorecer el transporte sustentable y aplicar el monitoreo en tiempo real para minimizar demoras y consumo innecesario de energía.
- Compensación de carbono como medida complementaria: se trata de herramientas que integran gestión ambiental, tales como proyectos de reforestación o conservación, certificaciones ambientales, apoyo a energías limpias en comunidades vulnerables, entre otros.
Beneficios competitivos de una cadena de suministro sostenible
Reducir la huella de carbono logística puede tener un efecto dominó en toda la cadena de suministro, lo que conducirá a un mejor desempeño a medida que la economía global sea más exigente con la neutralidad del carbono. Además de contribuir a combatir el cambio climático y mitigar la incertidumbre en la logística global, una cadena de suministro sostenible otorga numerosas ventajas:
- Acceso a nuevos mercados: las expectativas crecen para las cadenas de valor que priorizan a sus proveedores sostenibles.
- Cumplimiento normativo: el enfoque sostenible ayuda a anticiparse a regulaciones ambientales más estrictas, como las exigidas por la Unión Europea o tratados internacionales.
- Fidelización del consumidor: las marcas comprometidas con el medio ambiente ganan más clientes y consumidores que priorizan la ecología.
- Reputación corporativa: el posicionamiento de la empresa ante inversionistas y medios mejora cuando se trata de una cadena de suministro sostenible.
- Innovación y resiliencia: las acciones sostenibles impulsan la innovación logística y fortalecen la capacidad de adaptación frente a crisis o interrupciones globales.
Tecnologías que facilitan la trazabilidad y el control de las emisiones
La inversión en tecnología y la acción climática son grandes aliados de la neutralidad de carbono. La tecnología facilita la trazabilidad de la cadena para medir y controlar las emisiones de un producto durante todo su recorrido. Esto, a su vez, permite tomar decisiones basadas en evidencia. La transformación digital es una de las estrategias de carbono neutral que colabora con la trazabilidad y la transparencia:
- Inteligencia artificial: sobre todo en la última milla, cumple un rol esencial para optimizar rutas y planificar la distribución logística y el consumo de energía.
- Internet de las cosas: permite monitorear en tiempo real vehículos, almacenes y equipos mediante sensores e identifica oportunidades de mejorar la eficiencia.
- Blockchain: asegura la trazabilidad de la cadena de suministro y valida el origen sostenible de productos y créditos de carbono.
- Plataformas de análisis de datos: ayudan a modelar escenarios para neutralizar la huella de carbono logística y tomar medidas para reducir riesgos potenciales de la cadena de suministro.
En resumen, una cadena de suministro sostenible exige visión integral, compromiso estratégico y acción coordinada. Mientras los mercados van creando mayor conciencia y regulación, las empresas deben alinearse con los objetivos climáticos globales para optimizar la cadena de suministro y ganar beneficios competitivos. En Eternity Group te ofrecemos un modelo de logística responsable con el planeta para tus productos. Contacta con nosotros para saber más.