En el contexto actual, el ecommerce transforma la forma en que compramos e introduce nuevos retos medioambientales. Por otro lado, desde la fabricación de productos hasta su almacenamiento y la distribución de pedidos al cliente final, las empresas están cada vez más comprometidas con la sustentabilidad. De modo que la noción de logística verde emerge como un actor fundamental en las operaciones del comercio electrónico, con un enfoque especial en el cumplimiento de pedidos, la etapa de transporte de última milla y las devoluciones.
La logística verde engloba soluciones sustentables relacionadas con el almacenamiento, transporte y embalaje, que tienen como objetivo primordial reducir las emisiones de carbono y el consumo de recursos naturales. Pero ¿cómo se relaciona con el comercio electrónico?
En 2020, la crisis sanitaria de trajo consigo un cambio notable en los hábitos de consumo en todo el mundo, y el comercio electrónico emergió como un protagonista indiscutible. En las urbes, los repartidores de la última milla se convirtieron en una presencia común, cuya labor es entregar miles de pedidos puntualmente. A primera vista, esta comodidad parece inigualable, pero detrás de las pantallas y las compras online se oculta un impacto ambiental significativo que merece atención.
Uno de los principales desafíos ambientales que plantea el comercio electrónico es el impacto de la última milla en la huella de carbono. La entrega rápida, uno de los pilares del ecommerce actual, implica frecuentes desplazamientos de vehículos de reparto que contribuyen a la contaminación del aire y al calentamiento global. Las entregas fallidas a domicilio también generan nuevas emisiones, dado que los vehículos deben realizar viajes adicionales o el cliente debe trasladarse por su cuenta para buscar el paquete.
Asimismo, el embalaje y las devoluciones son factores críticos en el proceso logístico y representan un problema ambiental. El embalaje excesivo produce gran cantidad de residuos, incluidos los envases de plástico que tardan en descomponerse o terminan en los océanos. Por otro lado, la facilidad y comodidad con la que los productos se pueden devolver implica un aumento en la cantidad de devoluciones y, por ende, en las emisiones de carbono asociadas.
En tiempos de conciencia ambiental, estas entregas plantean la necesidad de una logística sostenible para reducir las emisiones. La relevancia de la logística verde radica en su plena consonancia con los objetivos más amplios de sustentabilidad y en su capacidad para abordar los desafíos ambientales inherentes a las prácticas logísticas tradicionales.
En muchos casos, las estrategias sustentables que abordan múltiples impulsores pueden generar el máximo valor ecológico para la empresa. Estos impulsores pueden ser la gestión de riesgos para garantizar la continuidad y evitar interrupciones en la cadena de suministro, la experiencia de los clientes, la innovación de productos sustentables, la eficiencia energética en los edificios y la gestión de residuos y embalaje, entre otros.
Revolución en la última milla
La última milla en la entrega de productos es el campo de batalla para reducir el impacto ambiental del ecommerce con estrategias amigables, para lo cual es esencial tomar decisiones concretas y respetuosas con el medio ambiente. Además del enfoque ético y responsable, la logística verde en el último tramo de la entrega al cliente tiene el potencial de allanar el camino hacia un futuro más limpio y saludable para el planeta.
No se trata solo de un cambio cultural en los negocios en línea, dado que la respuesta involucra una combinación de esfuerzos por parte de varios actores. Las empresas pueden invertir en flotas de vehículos más eficientes, minimizar el embalaje y adoptar prácticas sostenibles en sus centros de cumplimiento. Otro punto importante es el rol que tienen los consumidores en sus decisiones de compra para elegir opciones de envío más sostenibles antes que envíos urgentes o imperiosos. Así, si bien el ecommerce se desarrolla con una dinámica creciente, el comercio minorista en línea reconoce que depende en gran medida de la colaboración de sus clientes para alcanzar sus objetivos climáticos. Por su parte, los gobiernos pueden implementar regulaciones ambientales más estrictas y promover la investigación en tecnologías de entrega más limpias.
A menudo, la transición de una logística tradicional a una logística verde implica cambios profundos en los procesos, la tecnología y la cultura empresarial. Comprender y medir con precisión las emisiones es el primer paso, seguido de una transición planificada hacia prácticas más ecológicas. Sin duda, los beneficios a largo plazo justifican los esfuerzos para avanzar hacia una logística más verde y responsable con el medio ambiente. Las organizaciones que se comprometen con las prácticas sustentables pueden mejorar su reputación, ampliar su mercado y lograr una eficiencia operativa con mirada al futuro.
Estrategias para reducir las emisiones de las entregas
La etapa final del ecommerce, en la que se realiza la entrega efectiva, es la que presenta los mayores desafíos en términos de contaminación ambiental y congestión del tráfico. Sin embargo, están surgiendo soluciones verdes que apuntan a abordar estos problemas de manera efectiva y sostenible:
En conjunto, estas estrategias ofrecen un enfoque integral para abordar los desafíos ambientales y logísticos en las ciudades modernas. Al adoptar estas soluciones amigables en el último tramo del ecommerce, las ciudades pueden avanzar hacia un futuro más limpio, sostenible y habitable para sus residentes. En Eternity estamos al día con las iniciativas sobre logística sustentable y te acompañamos en tu proyecto paso a paso.