Una buena gestión de inventario establece un equilibrio entre la obtención de beneficios y la satisfacción de los clientes. En general, se trata de elegir un modelo de gestión de inventario, entre las formas push y pull, que signifique una estrategia eficaz para la cadena de suministro.
La demanda de inventario controla muchos factores en la organización de los almacenes. Por ejemplo, costos de almacenamiento, de transporte y costos propios de inventario. Conocer sobre cada sistema, sus ventajas y desventajas ayudará a comprender qué método funciona mejor para una empresa y cómo adaptar la logística.
El sistema push (conocido también como Buy-to-Stock o Build-to-Stock) implica trabajar con un pronóstico de las necesidades del inventario que satisfagan la demanda anticipada. Para eso se utilizan registros históricos y análisis de datos. Es decir, las empresas analizan qué productos tendrán demanda, cuándo y en qué cantidades. De allí en adelante producirán esa cantidad de inventario para vender o empujar los bienes hacia el consumidor.
Para sacar provecho de esta planificación, es necesario contar con el stock suficiente para responder a los pedidos. Sin embargo, esto puede traer algunas desventajas. Las predicciones pueden ser falibles o variar año a año. Si no se produce suficiente, da lugar a la rotura de stock y se pierden algunas ventas. Si se produce demasiado, probablemente aumenten los costos para el almacenamiento o caduquen algunos artículos con consecuentes costos de inventario.
El sistema pull (llamado también Buy-to-Order o Build-to-Order) tiene inicio en el pedido del cliente. Las empresas fabrican lo suficiente para cumplir con la demanda en tiempo real. El modelo tiene un enfoque a corto plazo, con una estrategia que elimina esfuerzos improductivos, optimizando el almacenaje y la gestión operativa. Un ejemplo de sistema pull es la metodología Just in Time de organización de almacenes, en la que se produce solo la cantidad solicitada por el cliente y se evitan desequilibrios como el efecto látigo provocado por una sobredimensión de la demanda. Por esta razón, a menudo se reconoce el sistema pull como pedidos "justo a tiempo" o gestión de inventario ajustada.
La ventaja es que no se necesita almacenar productos hasta que haya demanda y las empresas se enfrentan a costos mínimos por productos no vendidos. En suma, las existencias tendrán niveles muy bajos, lo que trae algunas dificultades si la demanda aumenta inesperadamente. Los pedidos más pequeños también suponen costos más altos de fabricación por artículo. Lo cierto es que cuando la previsión de la demanda resulta una incertidumbre, el sistema pull será más beneficioso.
La gran pregunta es cómo lograr una gestión efectiva de inventario. La organización de un almacén es clave en una cadena de suministro eficiente, amigable con el cliente y rentable. Por otro lado, el objetivo es que la comercialización no se vea interrumpida por los errores más frecuentes de la planeación de la demanda: las roturas de stock o la sobreproducción.
La planificación de la demanda organiza los procesos de producción y distribución según los sistemas push y pull adoptados por cada empresa, cuyos factores principales son el tipo de producto, su vida útil, el stock óptimo, el tiempo de producción y la demanda.
Ventajas que ofrece conocer la planeación:
La gestión push es el método más tradicional, cuyo pronóstico se puede basar en las ventas futuras de 4 a 6 meses. Un sistema pull se activa mediante las ventas en tiempo real.
Algunos negocios se adaptan mejor a un sistema o al otro o utilizan un método híbrido de push y pull. En estos casos puede ser que necesiten disponer de un sistema de control de inventario para rastrear productos y pronosticar la planeación de la demanda y parte de sus niveles de inventario se ajustan en función de las ventas reales.
Cada estrategia tiene sus ventajas y desventajas, pero no son excluyentes. Las empresas en crecimiento o que cuentan con inventarios extensos tal vez deban enfocarse en una gestión de inventario fiable que responda a una demanda más dinámica. Un minorista que no cuenta con mucho espacio de almacenamiento debe justificar un inventario sin rotación, de modo que lo mejor es vincularse con proveedores que ofrezcan plazos de entrega cortos y predecibles. Un sistema mixto de push y pull podría adoptar una estrategia logística para los productos principales y otra para aquellos que sean menos populares.
En todos los casos, un software de gestión de inventario será una herramienta necesaria para comprender la demanda de los clientes y los niveles de stock. La principal diferencia entre los sistemas push y pull es la cantidad de inventario disponible (“empujado” al mercado por el sistema push o “comprado por encargo” por el sistema pull). Descubre y cotiza el servicio de almacenaje y distribución de Eternity para resolver los aspectos relacionados con el stock, control, seguridad y abastecimiento de productos.