Las vías navegables son fundamentales para el comercio internacional, dado que conectan mercados y facilitan el flujo de bienes entre continentes, cuyos puertos son nodos críticos en las cadenas de suministro terrestres y el impacto económico. Por un lado, las economías locales se benefician del empleo y la inversión en infraestructura; por otro, la economía global se ve favorecida por los costos de transporte reducidos y tiempos de entrega más rápidos.
Situado en Egipto, el Canal de Suez une el mar Mediterráneo con el mar Rojo. Esta conexión permite una ruta directa entre Europa y Asia, evitando la necesidad de circunnavegar África. Desde su apertura en 1869, el canal se ha convertido en una de las vías navegables más transitadas del mundo, con el 12% del comercio global que circula por allí, incluyendo petróleo, gas natural, cereales y productos manufacturados.
Con 193 km de longitud, el canal maneja alrededor de 20.000 buques anualmente. La importancia estratégica del canal y del mantenimiento de vías quedó en evidencia en el bloqueo de 2021, cuando el buque Ever Given obstruyó el paso durante seis días, causando pérdidas millonarias. Los puertos importantes son el puerto de Said y el puerto de Suez, ubicados en las entradas norte y sur respectivas.
El Canal de Panamá conecta el océano Atlántico con el océano Pacífico. Desde su inauguración en 1914, ha reducido significativamente el tiempo y la distancia de navegación entre las costas este y oeste de América. Este canal es vital para el transporte de mercancías entre Asia y la costa este de los Estados Unidos y se ha ampliado para permitir el paso de buques más grandes.
Más de 14.000 barcos cruzan anualmente por esta obra de ingeniería de 82 km de longitud, lo que representa el 6% del comercio mundial. Las cargas incluyen granos, carbón, autos y productos químicos. La gestión del agua es crítica, como ocurre con la sequía prolongada que ha afectado la operatividad de las esclusas. Los puertos estratégicos son el puerto de Colón, en la costa atlántica, y el puerto de Balboa, en la costa pacífica.
Situado entre la península malaya y la isla de Sumatra en Indonesia, el Estrecho de Malaca es uno de los puntos de estrangulamiento más importantes para el comercio mundial. Es una de las principales vías navegables entre el océano Índico y el océano Pacífico. Por allí transitan cargas de petróleo y gas natural, así como productos electrónicos y mercancías varias, esenciales para las economías de Asia Oriental.
El estrecho se extiende a lo largo de 930 km y lo cruzan cada año alrededor de 80.000 embarcaciones, que representan el 25% del comercio mundial. La congestión y el riesgo de colisiones son problemas significativos debido al elevado tráfico. Uno de los centros neurálgicos del comercio entre Asia y el mundo es el puerto de Singapur. Otro punto clave es el puerto de Klang en Malasia.
El Estrecho de Ormuz, situado entre Omán e Irán, es la ruta principal para el transporte de petróleo desde el golfo Pérsico hacia los mercados globales. El 20% del petróleo mundial y una parte significativa del gas natural licuado pasan por este estrecho. Su importancia estratégica es enorme, ya que cualquier interrupción marítima podría afectar significativamente la economía global.
Con 160 km de longitud, conecta a productores de petróleo de Medio Oriente con mercados globales. Entre sus puertos importantes, se encuentran el puerto de Fujairah y el puerto de Bandar Abbas, esenciales para el manejo y la exportación de petróleo. Dentro de la ubicación administrativa de Emiratos Árabes, Omán e Irán, la gestión del tráfico y la seguridad marítima son críticas debido a las tensiones geopolíticas en la región y los actos de piratería.
El Estrecho de Gibraltar conecta el mar Mediterráneo con el océano Atlántico. Es una ruta clave para el comercio entre Europa, África y América, transitada por buques que transportan petróleo, gas y mercancías diversas entre estos continentes. El control del estrecho es compartido entre España, el Reino Unido y Marruecos, con mayor presencia española por la capacidad portuaria y tecnológica.
Cada año alrededor de 100.000 embarcaciones transitan por este estrecho, lo que representa más del 10% del tráfico internacional. Se trata de una de las vías navegables más cortas, un paso estratégico de unos 60 km, donde Gran Bretaña mantiene su interés en el peñón de Gibraltar debido a su importancia geopolítica. Uno de los puertos más grandes de Europa es Algeciras, en España, y el más moderno de Marruecos es el puerto de Tánger-Med.
El Canal de la Mancha es una de las vías navegables más transitadas del mundo y actúa como punto de entrada hacia algunos de los puertos comerciales más importantes de Europa, como Londres, Róterdam y Amberes. Conecta el mar del Norte con el océano Atlántico a lo largo de 560 km, separando el sur del Reino Unido de Francia.
Si bien se considera una ruta peligrosa por las condiciones climáticas adversas, la inauguración del puerto de Calais refleja la importancia estratégica del canal en el comercio internacional, con más de 180.000 barcos que cruzan anualmente y el 33% del comercio entre Reino Unido y el resto de Europa. El puerto de Dover es el más cercano a Francia y uno de los más transitados en términos de tráfico de pasajeros y carga rodante.
Las vías navegables que conectan continentes permiten rutas más cortas y directas para el transporte marítimo de mercancías, lo que reduce significativamente el consumo de combustible y, por ende, la huella de carbono. Por ejemplo, el Canal de Suez evita que los barcos realicen un largo viaje alrededor del cabo de Buena Esperanza, ahorrando miles de kilómetros de navegación y grandes cantidades de emisiones de CO2.
El cambio climático presenta varios desafíos para los puertos y otras infraestructuras costeras, incluyendo la subida del nivel del mar, precipitaciones extremas, sequías, inundaciones fluviales, marejadas ciclónicas y un incremento en las temperaturas medias. Estos fenómenos pueden causar daños significativos en los activos, así como provocar alteraciones operacionales y retrasos que resultan en grandes pérdidas económicas y comerciales. Las vías navegables necesitarán mejorar su resiliencia frente a eventos climáticos extremos para mantener operaciones seguras y eficientes. Algunas tendencias de adaptación:
En resumen, las principales vías navegables son esenciales para la economía global y enfrentan numerosos desafíos frente al cambio climático y la seguridad. Esto incluye el diseño y construcción de infraestructuras más resilientes y la mejora de los sistemas de alerta temprana para abordar los desafíos climáticos y proteger el comercio internacional. En Eternity apostamos por la sostenibilidad en logística y la neutralización de la huella de las operaciones con el Programa Elis Carbon Neutral. Contacta con nosotros y conoce más sobre nuestra propuesta para cuidar el medio ambiente.