Un automóvil con batería eléctrica ya no resulta una utopía. Lo mismo sucede con los camiones eléctricos, que se consideran una tecnología prometedora para el futuro del transporte y la disminución de la contaminación. Las tendencias en logística y la legislación van proponiendo que los fabricantes mundiales centren su atención en las flotas total o parcialmente eléctricas.
Las emisiones de los vehículos de carga pesada siguen representando un desafío para resolver el uso de las energías en la cadena de suministro y los objetivos de CO2. El transporte es uno de los sectores que más contamina. Reducir las emisiones que generan el transporte y la industria logística es uno de los objetivos actuales en el mundo, a través del Acuerdo de París que han firmado 195 países, cuyo plan de acción quiere limitar el calentamiento global.
Uno de los mayores beneficios de los vehículos eléctricos es que producen cero emisiones cuando están en marcha. Al no generar combustión, no liberan emisiones de CO2 a la atmósfera. Los camiones eléctricos se ubican entre las tecnologías más limpias en el futuro del transporte para alcanzar las metas de neutralidad climática y apuestan por la reducción del consumo.
En cuanto al ciclo de vida de los vehículos, los camiones eléctricos son más sostenibles, seguidos por los modelos híbridos, los que utilizan gas natural, los GLP y los camiones con pila de combustible hidrógeno. No obstante, los eléctricos también emiten CO2 de forma indirecta durante su proceso de fabricación, especialmente en la manufactura de la batería que consume energía.
Aunque la tecnología de las baterías ha crecido mucho, la fabricación y la recarga rápida ponen de manifiesto los desafíos que encuentran la logística verde y el comercio internacional para reducir el impacto ambiental y competir con los camiones diésel.
Para los dueños de automóviles, la energía sostenible es más sencilla. No ocurre así con el transporte pesado que necesita sacar ventajas al combustible diésel para transitar hacia la sostenibilidad. Los vehículos eléctricos resultan eficientes en recorridos urbanos, no tanto en largas distancias debido a que la duración de la batería y la velocidad de carga siguen siendo un problema para los fabricantes.
La optimización de las baterías todavía requiere más investigación tecnológica para que estas generen mayor potencial y sean económicamente competitivas en el futuro del transporte. Otra clave que estudian los expertos es la disponibilidad de carga rápida en las carreteras principales, los puertos y las terminales. Por el momento, la opción más razonable para viajes muy largos son los camiones de gas natural o pila de combustible.
Existen diferentes camiones ecológicos que se diferencian por el tipo de energía que utilizan. En este sentido, los fabricantes buscan ofrecer modelos competitivos que puedan resolver algunos temas pendientes en cuanto a la sostenibilidad y el futuro del transporte.
Año con año, las prácticas de sustentabilidad se van extendiendo en todos los sectores, dado que el cambio climático ha provocado que la sociedad tome conciencia de la sensibilidad medioambiental y el impacto de la huella de carbono. El dilema que se plantea es cómo gestionar el transporte terrestre y la logística internacional.
Realizar un cambio por vehículos eléctricos podría ser un gran empuje para el futuro del transporte de carga que intenta reducir las emisiones de carbono, en línea con lo que se espera de las empresas a gran escala. Los camiones ecológicos aún presentan limitaciones lógicas, pero la tendencia de transiciones a motores sustentables está en crecimiento.
El futuro del transporte plantea soluciones para mejorar su interacción con el medio ambiente. En Eternity contamos con excelente tecnología para dar el mejor servicio consecuente con el desarrollo de logística sustentable.