Las prácticas sustentables han empezado a ocupar las mesas directivas, dado el crecimiento de las preocupaciones ambientales, sociales y económicas. El enfoque se esfuerza por alejarse de los modelos de economía tradicionales y adoptar la economía circular como solución parcial a los grandes trastornos medioambientales.
La cooperación y la sustentabilidad aportan valor a los procesos productivos, sobre todo cuando escasean los recursos y el cuidado del medio ambiente se convierte en política pública y privada. Hoy en día las empresas deben pronosticar la vida útil de sus productos y gestionar la reabsorción de esos materiales para lograr el paso de una economía lineal –de producción, consumo y desecho– a una economía circular comprometida con la logística verde.
La filosofía de este modelo económico y productivo asocia las cadenas de suministro con la eficiencia de los recursos y la puesta en valor de los materiales de desperdicio para emprender el desarrollo sostenible. Por eso, la cadena de valor pone de manifiesto la importancia de la logística verde y su gestión de los residuos para disminuir el impacto ambiental y optimizar el reabastecimiento. Del mismo modo, la logística inversa pasa a ocupar un sitio primordial en el proceso del flujo eficiente de materias primas.
Las nuevas estrategias de abastecimiento proponen una retroalimentación de la cadena de suministro, subrayando algunas diferencias fundamentales con la economía lineal. La primera gran diferencia, y quizá el elemento más cuestionado, es la fabricación basada en la obsolescencia programada de los productos. En la economía circular, la gestión proactiva debe replantear el diseño de los productos para aumentar la vida útil. La segunda diferencia es el valor del reciclado y la capacidad de disminuir los residuos y las emisiones como modelo de negocio.
La logística colaborativa es clave para que los proveedores puedan asociarse en pos de conseguir estrategias que acompañen esta transición, no sin el apoyo de los gobiernos y las políticas económicas de enfoque ambiental. Así, la economía circular involucra a todos los eslabones de la cadena y no solo a una organización. Los consumidores llevan adelante gran parte del impulso en esta toma de conciencia colectiva, más aún cuando el internet facilita las compras en cualquier lugar del mundo.
Los bienes que se vuelven a consumir constituyen el principio vector en un ciclo de vida circular. Se extrae el provecho de los materiales residuales para convertirlos en nuevos recursos, reducir la huella ambiental, responder a la volatilidad de los precios por la propia escasez y hacer uso eficiente de la energía.
Para construir una economía sostenible, las empresas deben comprometerse seriamente con los principios de la ecología. De este modo, las alianzas colaborativas y los encadenamientos productivos entre diferentes proveedores se hacen vitales para conseguir metas significativas y desperdicios cero.
Las oportunidades que brinda la economía circular se sostienen sobre los tres pilares fundamentales de la ecología: reducir, reutilizar y reciclar. Son los pasos básicos para toda economía que quiera promover hábitos de consumo responsables y sostenibles. Este ejercicio de responsabilidad se extiende entre los clientes cada vez más informados, cuyas demandas hacen que las empresas deban generar nuevas políticas de sostenibilidad para mantenerse competitivas.
Para alcanzar un desempeño óptimo de la cadena de suministro circular, todas las partes deben estar alineadas y coordinadas para fomentar el desarrollo sustentable.
Beneficios que aporta a la cadena:
Las tendencias en logística y las cadenas de suministro circulares se ven favorecidas por la tecnología de la información y la colaboración digital. Los avances tecnológicos estimulan grandes cambios en las empresas basados en la transparencia y la seguridad que aporten valor a la marca. En este sentido, las soluciones de blockchain contribuyen a las operaciones logísticas para compartir información a lo largo de la cadena, de modo que las empresas conozcan las fases técnicas para hacer viable este modelo productivo y los beneficios ambientales. La arquitectura del Internet de las Cosas, el impacto del Big Data y el aprendizaje automático son las tendencias digitales que potencian la transformación de la industria y la economía.
Junto con la escasez de recursos y la demanda de los clientes en cuanto a responsabilidad empresarial, los avances tecnológicos conforman uno de los pilares que impulsan la transición hacia la economía circular y marcan progresos continuos en la cadena de suministro inteligente y en la automatización de los procesos. Por otro lado, la transformación digital proporciona visibilidad y permite tomar mejores decisiones cuando se trata de materias primas y servicios.
Algunos estudios pronostican que la economía circular va a prevalecer dentro de una década. Con ese futuro esperanzador, las empresas van a generar más oportunidades y soluciones sostenibles. En Eternity estamos al día con las novedades sobre logística sustentable y te acompañamos en tu proyecto.