La adaptación climática se ha convertido en una prioridad para los puertos marítimos, cuyo impacto en el comercio global y la economía requiere de especial atención para garantizar su resiliencia y operatividad. Además de permitir el comercio global, la industria marítima genera empleo y beneficios económicos en las ciudades anfitrionas y zonas aledañas. Dentro de este contexto, las estrategias resilientes y tecnologías avanzadas son las herramientas para contribuir a la sustentabilidad ambiental.

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Principales amenazas climáticas para los puertos marítimos

La infraestructura operativa de los puertos está intrínsecamente ligada a las condiciones climáticas y marítimas, lo que los hace vulnerables a los efectos de los escenarios ambientales, por ejemplo, el aumento del nivel del mar o la mayor intensidad de las tormentas.

La adaptación climática ocupa las agendas mundiales para garantizar la continuidad de las operaciones portuarias, la seguridad de las instalaciones y la protección de las comunidades costeras que dependen de esta industria. ¿Cuáles son las principales amenazas climáticas que enfrentan los puertos?

  • Aumento del nivel del mar: el incremento del nivel del mar representa una amenaza significativa para los puertos y las ciudades aledañas con mayor riesgo de inundaciones, intensidad de oleajes y erosión costera.
  • Fenómenos meteorológicos extremos: huracanes, tifones, tormentas y olas de calor están ocurriendo con mayor frecuencia e intensidad, lo que puede interrumpir las operaciones portuarias y causar daños en la infraestructura.
  • Cambios en los patrones de precipitación: las variaciones en la cantidad y distribución de las precipitaciones pueden provocar inundaciones, incluso sequías o reducción de reservas de agua, como ocurre en las esclusas del Canal de Panamá.
  • Velocidad de los vientos: los cambios en la dirección e intensidad de los vientos pueden dañar equipos de comunicación, provocar caídas de contenedores y causar demoras en la carga y descarga.
  • Acidificación del océano: el aumento de la acidez del océano afecta la salud de los ecosistemas marinos, lo que puede repercutir en las actividades pesqueras y en la infraestructura portuaria relacionada con la industria marítima.

 

Estrategias y medidas para la adaptación climática

La adaptación climática y la mejora de la resiliencia portuaria son tareas urgentes que requieren de una acción coordinada e inmediata de todas las partes interesadas. Como nodos críticos de la red de transporte global, los puertos deben prepararse para enfrentar los desafíos climáticos y promover el desarrollo sostenible, especialmente en regiones vulnerables.

Dentro del marco ético y moral, podemos remitirnos a los objetivos alineados con la Agenda 2030 para relacionar las metas para conseguir un futuro prometedor y los puertos marítimos, entre ellas, garantizar infraestructuras resilientes y sostenibles, implementar medidas urgentes para combatir el cambio climático y conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos. En este sentido, los puertos marítimos están innovando e implementando diversas estrategias y medidas de adaptación climática, tales como:

  • Infraestructura resiliente: construcción y modernización de infraestructuras portuarias para resistir el aumento del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos extremos, como la elevación de muelles, la instalación de barreras contra inundaciones y la mejora de los sistemas de drenaje.
  • Planes de gestión de riesgos: desarrollo de planes de contingencia y gestión de riesgos que aborden las amenazas climáticas específicas de cada puerto y región, como medidas de emergencia y protocolos de evacuación.
  • Tecnología y monitoreo: implementación de sistemas de monitoreo y predicción climática avanzados para anticipar eventos extremos y adaptar las operaciones en consecuencia.
  • Reparación de ecosistemas: soluciones basadas en la naturaleza, como la restauración de manglares y arrecifes de coral, que pueden actuar como barreras naturales contra las inundaciones y la erosión.
  • Infraestructura verde: creación de espacios verdes y sistemas de gestión de aguas pluviales para reducir el impacto de las tormentas y las inundaciones en el sector portuario y mejorar la sustentabilidad ambiental.
  • Políticas y normativas: respaldo de la modificación de normas de edificación para incluir criterios de resiliencia climática, donde entran en juego las regulaciones ambientales y la inversión requerida integrada en los presupuestos municipales o regionales.

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Colaboración, sostenibilidad y tecnología portuaria

Para abordar las complejidades del cambio climático, es esencial la colaboración entre puertos, comunidad científica, organizaciones internacionales y autoridades portuarias para compartir conocimientos y recursos. Solo mediante soluciones sostenibles, financieramente viables y respetuosas con el medio ambiente, se podrá garantizar la operatividad de los puertos y su contribución a la economía global.

La tecnología portuaria está desempeñando un papel elemental entre las medidas de mitigación y adaptación climática de los puertos, facilitando soluciones efectivas y sostenibles. Algunas de las tecnologías más relevantes incluyen:

  • Sistemas de Información Geográfica: se utilizan para mapear y analizar datos de componente geográfico, lo que puede ayudar a planificar y gestionar la resiliencia portuaria.
  • Sensores y drones: la monitorización en tiempo real de las condiciones meteorológicas y marítimas permite generar una respuesta rápida a las amenazas climáticas.
  • Modelos climáticos y simulaciones: estas herramientas permiten prever los impactos del cambio climático y evaluar la efectividad de diferentes estrategias de adaptación.
  • Energías renovables: la integración de fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica, reduce la dependencia de combustibles fósiles y contribuye al desarrollo portuario sostenible.

 

Casos de éxito

Algunos ejemplos exitosos donde se aplican medidas de adaptación climática son el puerto de Róterdam, cuyo sistema de defensa contra inundaciones y aumento del nivel de mar resulta esencial para la operatividad, y el puerto de San Diego, que implementa energías renovables para reducir la huella de carbono e infraestructura verde para mitigar el impacto de tormentas e inundaciones.

La experiencia de Róterdam en la integración del uso del suelo, la gestión del agua y la adaptación al cambio climático sirve como un modelo para otras ciudades que enfrentan desafíos similares. La clave del éxito radica en la colaboración entre diversas partes interesadas, la planificación estratégica y la financiación adecuada de las medidas de resiliencia.

En el caso del puerto de San Diego, el compromiso está puesto en la neutralidad del carbono por parte del Estado de California antes de 2045. Para ello, las medidas se basan en la colaboración y la contribución de todas las partes interesadas, desde el transporte marítimo y terrestre, hasta el aporte de las instituciones académicas y otras entidades.

En ambos casos, podemos inferir que la cooperación es esencial para el avance de las estrategias interconectadas de adaptación climática y el logro de resultados tangibles que no solo beneficien a los puertos, sino a toda la región.

En conclusión, la carencia de adaptación climática puede provocar que las perspectivas sobre el desarrollo sustentable se vean comprometidas y las repercusiones en los puertos interrumpan el comercio global. Sin duda, esto causará serios problemas en las cadenas de suministro y elevará los costos económicos y sociales. En Eternity apostamos por la sustentabilidad ambiental y la neutralización de la huella de carbono de las operaciones con el Programa Elis Carbon Neutral. Contacta con nosotros y conoce más sobre nuestra propuesta para cuidar el medio ambiente.

 

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