Los insumos estratégicos forman parte de la organización sólida de una cadena de suministro. Sin estos insumos, es probable que la gestión se encuentre con numerosos obstáculos y asuma riesgos con pocas posibilidades de éxito. Este concepto implica definir cuáles son esos insumos para una empresa y realizar un análisis del entorno para entender cómo asegurar el suministro y reducir los riesgos en la cadena de valor.
Cualquier tipo de organización debe mirar hacia adentro y evaluar una base realista para la estrategia. Los propios recursos, capacidades y limitaciones marcan un componente esencial en la toma de decisiones, sobre todo en un contexto de cambios constantes en la geopolítica y riesgos globales que ponen en jaque el suministro logístico.
¿Qué son los insumos estratégicos?
Los insumos estratégicos o críticos son elementos vitales para el funcionamiento de cualquier empresa, cuyo suministro determina la producción o los servicios ofrecidos. En este sentido, la criticidad de estos insumos radica en que su escasez o agotamiento puede limitar la producción y suponer un riesgo para la cadena de suministro. Identificar los insumos estratégicos y planificar la logística de aprovisionamiento de manera eficiente es clave para garantizar la continuidad operativa y minimizar los riesgos asociados.
En un mundo globalizado, las empresas operan en entornos complejos donde las incertidumbres pueden surgir en cualquier momento. Así quedó demostrado con la pandemia y otros efectos geopolíticos de los últimos años. Lamentablemente, las interrupciones en el suministro logístico son casi inevitables y pueden causar estragos tanto en los minoristas como en los fabricantes.
Para el caso, el enfoque diligente puede hacer la diferencia y convertirse en una ventaja competitiva si se establece una metodología sólida y se toman decisiones fundamentadas para minimizar las interrupciones y responder con medidas de contingencia cuando ocurran.
El proceso para asegurar el suministro y minimizar los riesgos también implica reconocer las fortalezas y las propuestas de valor en la gestión. Son puntos diferenciadores que aportan a la resiliencia de la cadena de suministro y la hacen menos vulnerable a los eventos externos que pueden ser difíciles de predecir y requerir más recursos para abordarlos. En cuanto a los riesgos internos, es más sencillo identificarlos y monitorearlos mediante tecnologías de gestión y análisis de datos.
¿Cuáles son los principales riesgos asociados con la gestión de insumos estratégicos?
La determinación de los insumos estratégicos se realiza mediante una matriz de riesgos de suministro. De modo que la gestión de riesgos implica abordar una amplia gama de posibles contratiempos que podrían perturbar el flujo de operaciones. Algunos de los riesgos más comunes:
Riesgos Internos
- Riesgos de la demanda: ocurren cuando se subestima la demanda del producto debido a una falta de comprensión de las tendencias de consumo o una demanda impredecible.
- Riesgos de la dependencia de un proveedor: dadas las cuestiones financieras, de confiabilidad y disponibilidad es frecuente apoyarse en un único proveedor, lo cual resulta un riesgo de impacto en la cadena de valor.
- Riesgos de suministro: surgen cuando las materias primas no se entregan a tiempo o existe escasez, lo que causa interrupciones en el flujo de productos.
- Riesgos de calidad: los problemas de calidad, defectos o retiros del mercado afectan la producción y la reputación de la empresa.
- Riesgos de logística y transporte: algunos problemas en las redes de transporte pueden ocasionar retrasos en las entregas y aumentar los costos logísticos.
- Riesgos de mitigación y contingencia: ocurren cuando no hay un plan de contingencia para interrupciones en la cadena de suministro.
Riesgos Externos
- Riesgos comerciales: ocurren debido a cambios inesperados en entidades clave de la cadena de suministro, como fusiones, adquisiciones o cierres.
- Riesgos geopolíticos: se trata de inestabilidad política, crisis energéticas, atasco de los puertos y cambios regulatorios, entre otros, que afectan el movimiento de bienes.
- Riesgos ambientales: la gestión logística debe contemplar eventos ambientales que pueden perturbar las operaciones y dañar instalaciones y rutas de transporte.
- Riesgos de vulnerabilidad informática: la integridad de los sistemas de información se ve comprometida por ciberataques y brechas de seguridad.
Estrategias clave para reducir los riesgos en la cadena de valor
Una vez que se comprende el entorno de una actividad y los riesgos que pueden afectar la eficiencia operativa, es necesario establecer objetivos claros y realistas que actúan como guías para llevar adelante esa actividad económica y conocer las funciones de cada eslabón de la cadena de valor.
La identificación de los insumos estratégicos implica una planificación eficiente que considere tanto su disponibilidad como su impacto en los recursos económicos y la continuidad operativa de la cadena de suministro. Algunas estrategias clave para mitigar esos riesgos:
- Diversificar las fuentes de suministro: se trata de una de las primeras herramientas. Es fundamental no depender exclusivamente de un solo proveedor. La diversificación de proveedores aumenta la resiliencia de la cadena de suministro y logra con mayor éxito que los productos sean de buena calidad. Otro factor es la continuidad del negocio sin interrupciones importantes.
- Apuntar a la visibilidad: la tecnología en la cadena de suministro impulsa la logística eficiente y garantiza la continuidad operativa al minimizar el riesgo de interrupciones en las operaciones. La visibilidad permite detectar y solucionar problemas rápidamente, evitando retrasos y asegurando la calidad del producto final.
- Mejorar la logística de suministro: este punto comprende las acciones que mejoran el aprovisionamiento en una empresa. Por ejemplo, optimizar la red de distribución y almacenes, implementar sistemas de gestión de inventario, automatizar algunos procesos manuales y repetitivos y utilizar análisis predictivo para mejorar la logística y el rendimiento.
- Acortar las distancias y los tiempos de entrega: el contexto de geopolítica y riesgos globales requiere que las empresas revisen sus políticas de offshoring para reducir los problemas de suministro logístico vinculados con las distancias y la producción. La relocalización es propicia para reducir los riesgos de suministro.
- Crear una cultura de colaboración: cuando existe una cultura consciente de los riesgos, la colaboración entre diferentes departamentos y socios en la gestión ayuda a prevenir y reducir las interrupciones en la cadena de suministro. Para ello hay que proporcionar capacitación sobre los riesgos asociados y fomentar una comunicación abierta sobre cómo abordarlos.
- Diseñar contratos y acuerdos de cooperación: en el contexto actual de globalización de mercados e inestabilidad económica, las empresas están recurriendo a la externalización y la colaboración con aliados logísticos como Eternity para reducir costos, aumentar la eficiencia y adaptarse a los cambios.
- Desarrollar un plan de contingencias: después de identificar las posibles razones de interrupción, el siguiente paso consiste en crear un plan de medidas de contingencia para sortear los obstáculos y reducir el impacto en la cadena de suministro.
En resumen, las alianzas entre proveedores y el uso de tecnologías avanzadas son herramientas clave para aprovechar las oportunidades logísticas en el suministro de insumos estratégicos. La gestión de riesgos debe revisarse periódicamente o cuando haya cambios significativos en la cadena. Eternity Group es un socio confiable en la adopción de un enfoque flexible y colaborativo para mantenerse competitivo en un mundo caracterizado por la globalización y la evolución tecnológica.