El Canal de Panamá es el motor de la economía global, una arteria interoceánica que impulsa el comercio internacional y facilita el tránsito de barcos que conectan continentes. Esta obra de ingeniería inaugurada en 1914 marcó un hito en la historia del comercio marítimo y la expansión de la logística internacional. Este paso reduce las distancias entre los puntos de origen y destino, lo que se traduce en menores costos logísticos. Panamá, a su vez, se beneficia de esta actividad, mediante las exportaciones de servicios que fortalecen su economía nacional, siendo uno de los países más prósperos en logística global y competitividad.
Sin embargo, la sequía prolongada que viene sufriendo la región ha desatado una crisis que pone en jaque la eficiencia operativa del canal. Los niveles de agua en los lagos artificiales que alimentan la vía han disminuido drásticamente, provocando retrasos significativos en el tránsito de los buques. Repasemos la importancia del Canal de Panamá y cómo esta crisis hídrica afecta su eficiencia y rol en la economía global.
El Canal de Panamá es mucho más que una maravilla de la ingeniería. Es el epicentro por donde fluyen mercancías a escala mundial. Esta obra monumental ha revolucionado el transporte marítimo, cuyos beneficios se traducen en ahorros de tiempo, distancias y costos en el movimiento de productos terminados y materias primas entre distintos países. El aumento constante de tráfico marítimo generó la necesidad de ampliar su capacidad para satisfacer la creciente demanda. Esta ampliación y modernización logística se completó en 2016, cuya relevancia impacta de lleno en la dinámica del comercio marítimo.
Las reformas logísticas permitieron que transiten buques de mayor calado por el canal, aprovechando la economía de escala que representan estos contenedores para el envío de carga internacional. Con el proyecto originario podían pasar buques Panamax de 12 m de calado y 4.500 TEU (contenedores de 20 pies). La ampliación del canal facilitó el paso de portacontenedores Neo Panamax con un calado de 15 m y 12.000 TEU con mayor volumen de carga, lo que redujo también el uso de puertos intermedios y trasbordos.
Con un promedio de 14.000 buques que transitan por sus aguas anualmente, el Canal de Panamá representa el 6% del comercio marítimo mundial. Esta vía interoceánica conecta puertos de todo el mundo a través de 180 rutas marítimas. Sin embargo, este gigante de la ingeniería enfrenta desafíos sin precedentes que ponen en peligro su eficiencia operativa. La crisis hídrica obligó a la Autoridad del Canal a restringir el número de buques que pueden cruzar cada día, lo que resulta en un impacto en las tarifas de peaje y pérdidas de ingresos estimadas entre 500 y 700 millones de dólares para el año 2024.
Las reservas de agua para el funcionamiento de las esclusas del canal han alcanzado niveles muy bajos y alarmantes debido a la sequía. A pesar de que Panamá es uno de los países más lluviosos, la región está pasando por una sequía prolongada y la falta de lluvias amenaza el funcionamiento del canal. Este evento que inició en julio de 2023 está provocado por el fenómeno El Niño, un ciclo climatológico que hace calentar la superficie del océano Pacífico tropical y genera sistemas de baja presión y efectos tan variados como sequías en Centroamérica o inundaciones en Ecuador y Perú. Este panorama no es alentador, más aún cuando se espera que los efectos de El Niño se extiendan varios meses.
Una de las medidas de sostenibilidad ambiental para mitigar el impacto de la sequía es reducir el calado del canal, que define la profundidad máxima a la que pueden acceder los barcos. Esta restricción obliga a los barcos a disminuir el peso total de su carga. Otra medida significativa que se ha implementado para agilizar el tráfico marítimo es reducir el número de embarcaciones permitidas para pasar diariamente y el número de reservas de servicios para dejar pasar a los buques varados durante muchos días. Con estas medidas temporales, se pretende optimizar el uso de la capacidad del canal y minimizar el impacto económico de la sequía en la industria marítima y comercial.
La incertidumbre acerca del futuro del Canal se cierne sobre la comunidad global de comercio. Es necesario encontrar soluciones a corto y largo plazo para enfrentar esta sequía y sus consecuencias en el funcionamiento de la logística global. Algunas claves para comprender el impacto del Canal de Panamá en la logística internacional y los desafíos que plantea la sostenibilidad ambiental y gestión de los recursos hídricos:
Lo cierto es que el seguimiento de la situación en el Canal de Panamá subraya la necesidad de colaborar en la búsqueda de soluciones sostenibles que adapten la industria naviera frente a la vulnerabilidad de la logística global. En Eternity estamos atentos a los desafíos y las alteraciones de las rutas comerciales y te asesoramos sobre la estrategia logística adecuada para tus productos.