Las pérdidas económicas derivadas del cambio climático alcanzan los 2 billones de dólares en la última década, según un informe encargado por la Cámara de Comercio Internacional (CCI). Estados Unidos lidera la lista de los países más afectados con 935.000 millones de dólares en pérdidas, seguido de China e India, en tanto las naciones insulares y economías más vulnerables experimentan impactos aún más severos en relación con su PIB. La resiliencia de la cadena de suministro se encuentra en jaque frente a los efectos climáticos.

 

Cambio climático impacto económico y soluciones urgentes3

 

Urgencia de financiar la acción climática

Entre 2014 y 2023 se registraron cerca de 4.000 eventos climáticos extremos que afectaron a 1.600 millones de personas. El análisis comprende catástrofes climáticas, como huracanes, incendios forestales y olas de calor, que modificaron la estabilidad económica global y provocaron pérdidas de infraestructura, interrupciones en la producción y desplazamiento de comunidades enteras. El estudio sobre el costo económico de estos eventos indica que el pico máximo fue en 2017, con una temporada de huracanes especialmente destructiva en América del Norte. Otro ejemplo de colapso climático fue la ola de calor en Europa en 2022, con más de 61.000 mil muertes provocadas por el calor extremo.

En este contexto, las economías en desarrollo son las más golpeadas, ya que el cálculo de las pérdidas económicas supera el PIB anual. Este escenario marca la urgencia de mitigar el impacto del cambio climático y fortalecer las medidas de financiamiento para la acción climática. La transición hacia una economía resiliente y baja en carbono es un desafío que depende de áreas estratégicas e inversiones transformadoras en los sectores públicos y privados. Las políticas públicas y la banca de desarrollo tienen gran injerencia en la transformación necesaria para afrontar la crisis del cambio climático.

La financiación por la acción climática fue un tema que se debatió en el marco de la COP29 en Bakú, donde el secretario general de la CCI, John Denton, insistió en que estos fondos no deben considerarse como un acto de caridad, sino como una inversión en la estabilidad de la economía mundial y la resiliencia frente a los eventos climáticos.

El impacto económico del cambio climático se mide a través de diversos indicadores, como los costos directos de daños en infraestructuras, pérdidas agrícolas, interrupciones en la actividad económica y los gastos en recuperación y adaptación. Instituciones como el Banco Mundial y la Cámara de Comercio Internacional utilizan modelos económicos para estimar estos efectos, considerando tanto los costos tangibles (destrucción de propiedades, reducción en la producción) como los intangibles (desplazamientos de población, pérdida de biodiversidad).

 

Regiones más afectadas económicamente por el cambio climático

Si bien los efectos del cambio climático se sienten en todo el mundo, algunas regiones han sufrido un impacto económico desproporcionado. Entre las más afectadas se encuentran:

  • Estados Unidos: registra las mayores pérdidas económicas debido a huracanes, incendios y tormentas severas, con costos acumulados de casi un billón de dólares en la última década.
  • China e India: se trata de regiones vulnerables a inundaciones, sequías y ciclones, lo que genera pérdidas económicas masivas, especialmente en sectores agrícolas e industriales.
  • Europa Occidental: se suceden olas de calor, incendios forestales e inundaciones extremas, con impactos significativos en sectores como el turismo y la agricultura.
  • Islas del Caribe y Pacífico: debido a su pequeña escala y su exposición a tormentas intensas, estas naciones experimentan daños económicos devastadores en relación con su PIB.

 

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Efectos del cambio climático en las cadenas de suministro

No es ningún secreto que el comercio internacional actual depende en gran medida de una cadena de suministro estable y eficiente. Sin embargo, el cambio climático genera disrupciones significativas en las cadenas de suministro a nivel mundial y aumentos en los costos en transporte marítimo, lo que pone de manifiesto lo frágil que puede ser esta red. Los fenómenos como incendios forestales, huracanes e inundaciones afectan la producción, provocan escasez de materias primas y cierran los puertos. Algunos efectos:

  • Retrasos y costos más altos: la interrupción en el transporte marítimo y terrestre alarga los tiempos de entrega y aumenta los costos logísticos.
  • Escasez de insumos clave: la reducción en la producción agrícola y minera afecta la disponibilidad de productos esenciales, desde alimentos hasta componentes electrónicos.
  • Mayor riesgo financiero: las empresas enfrentan incertidumbre en sus operaciones, lo que las obliga a diversificar proveedores y buscar estrategias más resilientes ante desastres naturales.
  • Fuerza laboral: los efectos negativos de la degradación ambiental afectan a su vez la disponibilidad, la capacidad y la resiliencia de la fuerza laboral de la que dependen las cadenas de suministro.

Los eventos climáticos y la amenaza latente de desastres naturales pueden reducir la capacidad de las comunidades de existir en sus ubicaciones originales y, por lo tanto, forzar la migración y crear nuevos desafíos humanitarios. El cambio climático se siente en múltiples sectores económicos, pero algunos son más vulnerables que otros:

  • Agricultura: las sequías, inundaciones y olas de calor reducen la productividad agrícola, aumentan los costos y alteran la seguridad alimentaria en muchas regiones.
  • Infraestructura: los eventos climáticos extremos dañan carreteras, puentes, aeropuertos y edificios, lo que requiere enormes inversiones en reparación y mantenimiento.
  • Seguros y finanzas: la mayor frecuencia de desastres naturales incrementa los costos para las aseguradoras y obliga a aumentar las primas o incluso retirarse de ciertas regiones de alto riesgo.
  • Sector energético: las temperaturas extremas aumentan la demanda de electricidad, mientras las tormentas y desastres naturales en logística interrumpen el suministro en diversas regiones.
  • Turismo: esta actividad es altamente sensible a los efectos del cambio climático, dado que la estabilidad depende de la conservación de los paisajes naturales y el acceso a los destinos.

 

Estrategias para mitigar los costos del cambio climático

El cambio climático impone desafíos económicos y adaptación logística, en los cuales gobiernos y empresas juegan un rol en la adopción de estrategias efectivas para mitigar los costos. La transición energética, la inversión en infraestructura y la innovación en negocios sostenibles son algunas claves que definirán las estrategias y la capacidad de adaptación y compromiso en el futuro económico.

  • Transición energética: las energías renovables disminuyen la dependencia de combustibles fósiles y trasladan sus beneficios a la reducción de costos energéticos, la mayor estabilidad económica y la creación de empleos sostenibles. Para fabricar y vender bienes, las empresas de consumo necesitan suministros confiables y asequibles de energía y recursos naturales.
  • Inversión en infraestructura: Construir carreteras, puentes y sistemas de drenaje diseñados para soportar fenómenos climáticos extremos reduce los costos de reconstrucción tras desastres naturales. Los sistemas de electrificación del transporte son políticas efectivas para la reducción de emisiones en logística.
  • Sustentabilidad en la cadena de suministro: desde el abastecimiento de materiales hasta el embalaje y envío de productos, cada paso de la cadena de suministro tiene el potencial de causar contaminación y otras formas de degradación ambiental. Al trabajar con proveedores de logística sostenible, las empresas pueden tomar medidas para reducir su huella de carbono y ayudar a proteger el planeta.

 

Una de las razones más importantes para favorecer la sustentabilidad en la cadena de suministro es minimizar el impacto ambiental de las operaciones comerciales. Eternity te acompaña como modelo de negocio ambientalmente responsable con una adaptación logística para mitigar los efectos del cambio climático y garantizar una economía más estable en el futuro.

 

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