La logística de la cadena de frío y su importancia

Los alimentos frescos y congelados, los medicamentos y algunos productos químicos son sensibles a las temperaturas y deben mantenerse en un rango estrecho de temperaturas frías. Este rango se denomina Cadena de Frío y enfatiza la naturaleza frágil de estos productos, cuyo mantenimiento requiere de una supervisión constante y una cooperación entre los diferentes eslabones de la cadena de suministro.

Gracias a la tecnología, el control y registro de la cadena de frío, se proporciona información en tiempo real sobre los esfuerzos para mantener la calidad y seguridad de los productos a temperatura controlada.

La cadena de frío es esencial para conservar los alimentos frescos.

¿Qué es la Cadena de Frío?

El almacenamiento y transporte de los productos alimenticios y biofarmacéuticos que requieren preservar y garantizar la usabilidad a través de la temperatura, se gestionan por medio de la cadena de frío, cuyo rol es fundamental para cuidar el ciclo de vida de estos productos. Se refiere a la gestión conformada por medios y lugares que mantendrán la temperatura regulada y controlada, según los requisitos de los productos en viaje, desde el punto de origen hasta el consumidor final.

Cada sector de la cadena de frío comparte la responsabilidad, dado que las roturas de la cadena se pueden producir con bastante facilidad, ya sea en el depósito, el traslado de mercancía, como en la reposición de un supermercado. Si un eslabón se rompe, todas las partes padecen las consecuencias de un cliente insatisfecho.

La gestión de depósitos es fundamental para cuidar la cadena de frío.

Importancia de mantener la cadena de frío

Sin el monitoreo de la cadena de frío, los alimentos frescos o congelados, los productos químicos y los medicamentos se ven comprometidos frente a las circunstancias inadecuadas de temperatura o fallas de maquinaria y no se podrían distribuir, lo que acarrearía inevitablemente merma de productos, pérdidas económicas y reputaciones comerciales afectadas.

El embalaje es la fase intermedia del transporte con soluciones específicas acerca de la temperatura para conservar la cadena de frío de los productos. Existen materiales idóneos para evitar daños en los productos en frío, como poliestireno extruido y poliestireno expandido. Otras soluciones más sofisticadas con control activo de la temperatura son los contenedores de carga que satisfacen los requisitos del sector farmacéutico y marcan un nuevo estándar en el transporte aéreo además de los contenedores Reefer, dotados con equipos de refrigeración para el transporte terrestre e interoceánico.

En particular, en la industria de la salud, la complejidad aumenta porque muchos productos farmacéuticos son sensibles a diferentes circunstancias. Los productos biológicos, las muestras de ensayos clínicos, las vacunas y muchos medicamentos y productos médicos son extremadamente sensibles al calor, la humedad o la luz. Por tanto, la logística de estos artículos tiene que funcionar a la perfección para evitar efectos inesperados por interrupciones de temperatura.

Dada la sensibilidad de la carga refrigerada, los factores críticos, los trayectos extensos del comercio internacional y los errores humanos que pueden suceder, las empresas de logística ofrecen seguro de transporte para asegurar la calidad de la cadena de frío y permitir así que las compañías logren sus objetivos generales y comerciales.

La cadena de frío pasa distintos controles hasta que los productos llegan a los consumidores.¿Cuáles son los factores críticos?

El rendimiento del supply chain muestra el desempeño de los procesos empresariales, por lo que profesionalizar la cadena de suministro es una clave realmente competitiva. En las fases de esta cadena de valor intervienen el aprovisionamiento, la producción y la distribución, y el proceso completo comprende la ejecución de un pedido por parte del cliente hasta que el producto llega a sus manos. Las ventajas del supply chain es optimizar la gestión empresarial y fomentan la fidelidad de los clientes, de modo que la eficiencia es un gran estímulo para valorar la marca y los servicios ofrecidos.

En este tránsito de los productos sensibles a las temperaturas, se corren serios riesgos de romper la cadena de frío. Por lo tanto es necesario contemplar una colaboración cercana entre fabricantes y distribuidores, de forma que se consideren las principales preocupaciones de las dos partes para cuidar los aspectos logísticos del transporte, incluso, externalizar la logística internacional cuando sea necesario intensificar los controles. Factores críticos:

  • Carga y descarga: Estas tareas deben realizarse en el menor tiempo posible, reduciendo toda exposición a la temperatura ambiente. En algunos casos, se deberá utilizar una solución de cámaras intermedias para proteger la cadena de frío y evitar los cambios bruscos de temperatura o la condensación.
  • Almacenaje: El reto es implementar sistemas de automatización adecuados, con soluciones seguras para controlar la temperatura, ya sea readaptando los emplazamientos existentes o construyendo nuevas instalaciones logísticas.
  • Transporte: En este factor surge la importancia de utilizar un sistema de gestión de depósitos para coordinar la cadena de frío y hacer un seguimiento de entregas, lo que resulta esencial para conocer el estado de los productos en viaje.
  • Distribución y venta al público: Se trata de los últimos eslabones, a un paso de llegar al cliente, en que un descuido puede hacer perder todos los esfuerzos por garantizar el cuidado de la mercancía. Los depósitos de distribución y venta deben contar con sistemas para proteger la cadena de frío.

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