Existen productos que demandan determinadas condiciones de almacenaje y transporte para llegar a destino de manera segura y sin que su composición sea alterada. Algunos de ellos son: frutas, verduras, lácteos, carnes, productos químicos y productos farmacéuticos.
Para lograr el transporte seguro de estas mercancías se utilizan contenedores reefer. En este artículo te contaremos los datos más importantes que debes saber sobre este tipo de contenedores, su funcionamiento, sus componentes y su importancia en el transporte de vacunas.
Un Contenedor Reefer (también conocido como Contenedor Refrigerado) es un tipo de contenedor que cuenta con un motor refrigerador, que lo habilita para el transporte de mercancías perecederas o sensibles a los cambios de temperatura. Estas condiciones permiten mantener a una temperatura baja y constante el interior del contenedor durante todo su recorrido.
Para garantizar la correcta temperatura en su interior, un contenedor reefer debe cumplir con las siguientes condiciones:
Exterior: por fuera de un contenedor reefer puede verse el compresor y los diferentes motores, la abertura de ventilación y el panel de control, desde el cual se configuran las regulaciones de temperatura, ventilación y humedad que estarán presentes en el interior. Además, en la parte exterior de un contenedor reefer puede verse un tomacorrientes, para conectar el contenedor con la fuente de energía necesaria para garantizar, durante toda la cadena logística (ya sea por agua o por tierra) la refrigeración del contenedor.
Interior: en su parte interna, un contenedor reefer se compone de diferentes capas de materiales aislantes para evitar cambios imprevistos en la temperatura de su carga, tanto en las paredes como en el techo y en el suelo. Además, posee una línea delimitadora que indica el nivel de carga máxima que puede alcanzar la mercadería dentro de él para evitar obstaculizar el paso del aire frío. El suelo metálico del contenedor reefer posee además una serie de surcos, que pueden abrirse o cerrarse según sea necesario, para permitir la circulación de aire por debajo de la carga, y también cuenta con una placa deflectora que garantiza que el aire frío llegue a los sectores a los que debe llegar. Finalmente, dentro de los contenedores reefer pueden identificarse dos aberturas: una a través de la cual se suministra el aire frío al interior y otra que se utiliza para recoger el aire caliente que ya ha recorrido el contenedor.
Existen diferentes tipos de contenedores reefer según las características de la mercancía que transportan y las condiciones necesarias para preservar dicha mercancía.
Los contenedores reefer más conocidos y más utilizados son aquellos que permiten determinar una temperatura fija que oscila entre los -25ºC y los 25ºC, con una tolerancia de 2ºC por encima o por debajo.
Sin embargo, existen productos que requieren condiciones térmicas más extremas para su preservación. Para ellos, algunos tipos de contenedores reefer son más recomendables:
Además de las condiciones que garantizan en su interior, los contenedores reefer también pueden variar en sus medidas, existiendo contenedores reefer de 20 pies y de 40 pies.
Existen diversos productos de la industria farmacéutica que demandan transporte refrigerado. Las vacunas son un ejemplo: en general, su preservación requiere de temperaturas por debajo de los 0ºC e incluso pueden demandar condiciones de hasta -70ºC.
En la actualidad, y con el fin de enfrentar el COVID-19, se han desarrollado diversas vacunas, la mayoría de las cuales se producen en países desarrollados y deben viajar grandes distancias para llegar a todos los rincones del mundo. Para lograrlo, la preservación de la cadena de frío es primordial.
Ya sea que las mismas viajen en transporte aéreo (la forma más común en las primeras etapas de vacunación, en donde es esencial que lleguen de la manera más rápida posible) o transporte marítimo (en etapas posteriores, sobre todo para abaratar los costos), y posteriormente en sus trayectos de transporte terrestre (una vez que llegan las vacunas y son distribuidas en los diferentes centros vacunatorios de cada país), el mantenimiento de las bajas temperaturas de las vacunas es una condición necesaria para su funcionamiento, y como fue mencionado anteriormente, los contenedores reefer pueden cumplir con esta función.
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