Los últimos tres años se caracterizaron por los efectos de la pandemia, con interrupciones de suministro y cambios en el comportamiento de la demanda, y al mismo tiempo, surgieron estrategias diseñadas para mitigar esos efectos y adaptarse a la incertidumbre mundial. De hecho, hubo una explosión en el consumo y las cadenas de suministro se vieron afectadas para sostener tanto empuje. Las tendencias para el 2023 prevén un crecimiento en la industria logística, cuyos pilares fundamentales son el uso de tecnología, la flexibilidad comercial y la logística sustentable.
En un mundo globalizado y de interconexión constante, los clientes tienen más herramientas para exigir un servicio logístico eficiente, disponible en cualquier momento. Sin embargo, todo depende de la fortaleza de la cadena de suministro y cada uno de sus eslabones. La logística del futuro exige que esta cadena sea más flexible para soportar los vaivenes y las crisis mundiales y aprovechar las oportunidades tecnológicas y colaborativas para el desarrollo de la industria. Hoy en día, cuando los contextos adversos complican la capacidad del sector logístico, las empresas tienen que ser cada vez más ágiles para resistir en un mercado muy competitivo y afianzarse fuertemente.
Frente a una economía incierta, las cadenas de suministro deben ser capaces de anticiparse a la recesión, las interrupciones y los problemas geopolíticos. Prepararse para el próximo año implica conocer cuáles son los roles que tienen mayor impacto en la logística para conseguir un modo proactivo y de crecimiento.
Podemos decir que son tres elementos principales que se irradian en las tendencias 2023 para ganar rentabilidad: el talento especializado con competencia sobrada en tecnología y ajustes del mercado; los avances logísticos para reforzar e impulsar el control de inventario y la gestión de transporte; y el uso de tecnología para responder con agilidad y eficiencia en cada eslabón de la cadena de suministro.
Incremento de la automatización
El impulso de las automatizaciones se ha vuelto una clave esencial para abordar una consistencia operativa en las tareas más rutinarias de una empresa, con especial atención a la planificación de los recursos, los almacenes inteligentes y la optimización de la flota. Las automatizaciones simplifican algunas operaciones logísticas que resultan de patrones repetitivos y ayudan a cumplir con la planificación diaria. Para 2023 las automatizaciones y el uso de robots se verán con mayor frecuencia en distintas series de trabajos.
Inteligencia artificial y análisis de datos
Los avances tecnológicos impulsan la aplicación de inteligencia artificial para adaptarse a los cambios y ganar agilidad en los procedimientos y en la previsión de la demanda. La inteligencia artificial y el análisis de datos se encuentran en un estado de crecimiento absoluto y serán una de las tendencias 2023 que recibirán más inversión por parte de las empresas.
Más peso en la logística sustentable
La escalada de los negocios logísticos deberá ir acompañada de programas de sostenibilidad, vital en la descarbonización que exigen el público y las políticas sustentables. Los clientes están al tanto de la gestión de residuos, la optimización de rutas y la manipulación de materiales en los almacenes y pueden dimensionar el consumo ecológico y los beneficios de la logística verde y la economía circular en la neutralidad climática.
Mayor transparencia y visibilidad
A medida que las tecnologías mejoran y las cadenas de suministro se ven presionadas a transparentar sus procesos, la visibilidad adquiere más importancia para todas las partes intervinientes. A partir de 2023, las empresas logísticas que aún no lo han hecho deberán dar un paso más dentro de la tecnología que ofrece transparencia y monitoreo de la carga en tiempo real.
Tecnología Blockchain
Las soluciones de blockchain permiten conocer el recorrido de la mercancía y compartir información de forma segura. Gracias a la tecnología blockchain, mejora el flujo de las cadenas de suministro y se enriquece la experiencia del cliente a través de la transparencia de la producción y la logística. Esta tendencia cada vez más adoptada garantiza el sello de los productos y facilita el uso de los contratos inteligentes a la hora de automatizar algunos procesos comerciales.
Datos en la nube
La digitalización es un hecho en la mayoría de las empresas. La infraestructura para el almacenamiento y análisis de datos en la nube busca ahorrar costos en la compra de tecnología y ganar flexibilidad en el acceso a la información para todos los participantes y el trabajo en equipo. Los datos entran y salen de la nube con rapidez y facilidad, y esta prevalencia aumentará en los próximos años en la profesionalización de la logística.
Innovación de la última milla
El auge del comercio electrónico afecta a la resistencia de la cadena de suministro y exige más esfuerzo en la última milla. El almacenamiento abarrotado también pone en jaque el equilibrio de los inventarios frente a la contracción de la demanda que marca el consumo. La tendencia es aplicar nuevas tecnologías para responder a la entrega en el mismo día o la devolución sin cargo, de modo de satisfacer a los clientes. Los hubs logísticos y los pequeños almacenes pueden colaborar con el flujo de mercancía y la optimización del tiempo de tránsito en las grandes ciudades.
La crisis sanitaria y el efecto dominó de los últimos años provocaron que las empresas busquen métodos alternativos para recuperarse y reducir el desembolso de capital y el riesgo consecuente. Para mejorar el rendimiento y superar posibles quiebres de seguridad, las cadenas de suministro se enfrentan a:
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